Si alguna vez has estado en situación de necesidad y has pensado en solicitar un préstamo, probablemente te has encontrado con el famoso Buró de Crédito. Es así, muchas instituciones financieras, antes de otorgarte un crédito, acuden al buró de crédito para ver qué historia financiera tienes. Y es normal: ¿tú no se lo pensarías antes de prestar el dinero a otra persona?
El Buró de Crédito es una empresa privada que se dedica a recopilar información sobre personas que alguna vez han sido clientes de servicios financieros. De hecho permite a las empresas e instituciones evaluar el riesgo antes de conceder un crédito.
Básicamente, se trata de información sobre cómo pagó el cliente por el crédito concedido, cuándo, si hubo un retraso con los pagos o no, si volvió a pagar puntualmente y, en tal caso, desde cuándo. Luego aparece también el monto del último pago, la cantidad de crédito otorgado y el saldo deudor.
Las instituciones financieras afiliadas pueden acudir al Buró de Crédito para informarse sobre el historial crediticio de futuros clientes y para poder evaluar los posibles riesgos antes de otorgar el crédito al cliente concreto. El Buró de Crédito les proporciona información sobre los préstamos que ha tenido cada persona y sobre su comportamiento hacia ellos. No solo se trata de instituciones financieras como bancos o arrendadoras, sino que pueden ser también compañías telefónicas, compañías automotrices u otras. Es importante subrayar el hecho de que solo las empresas afiliadas tienen acceso al buró, ya que la información que proporciona es confidencial.